RECUERDOS, CONMEMORACIONES Y PROBLEMAS DE FAMILIA.
Dirigida por: Ingmar
Bergman.
Guión: Ingmar Bergman.
Fotografía: Gunnar
Fischer
Música: Eric Nordgren
Montaje: Oscar Rosander
Producción: Allan Ekelund
Reparto: Victor Sjöström,
Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Gunnar Björnstrand, Max Von Sydow
En el año
1957, el maestro sueco Ingmar Bergman firma una de sus obras más
conocidas, Fresas Salvajes,
en la que se nos narra la historia de Isak Borg, un reputado profesor
de física que va a recibir el Honoris Causa en la ciudad de Lund.
Para ello emprende un viaje en coche acompañado de su nuera, que ha
decidido dejar al hijo del anciano, por el camino conocerán a tres
jóvenes a los que llevarán con ellos, así como a un matrimonio con
problemas a los que tendrán que dejar abandonados en la carretera
por el comportamiento que experimentan; además, el anciano profesor
rememorará varios episodios de su infancia y juventud en algunas de
las paradas que harán por el camino.
Al principio
del film somos partícipes de una escena onírica, en la que el
protagonista se encuentra en soledad, en plena calle desierta, donde
observa un reloj sin manecillas, ¿tal vez un sueño profético de
que se acaba el tiempo del anciano? ¿Su vida va a pararse dentro de
poco?, si unimos esto a la carreta fúnebre tirada por dos caballos
podemos, entonces, establecer una interpretación “más firme”
sobre ello. De esa carreta se desprende un ataúd, del que se abre la
tapa y para asombro del pobre Isak, quien se haya dentro es él mismo
en lo que parece antojarse como un sueño premonitorio de una cercana
muerte del protagonista, que ya se encuentra en una edad “avanzada”.
Esta escena, una vez la contemplamos, destaca ante el resto del
metraje del film por asemejarse en mayor medida al cine mudo, con
tintes del Expresionismo alemán, sin embargo la carreta en sí bien
podría ser un homenaje al film sueco de 1921 dirigido y
protagonizado por el propio Victor Sjöström y titulado La
Carreta Fantasma, film que como el propio
Bergman declaró en más de una ocasión, ha sido de gran influencia
para él.
El personaje
encarnado por Sjöström se nos muestra al principio de la cinta como
un viejo gruñón y cabezona, que se empecina en ir en coche hasta la
ciudad en la que se le concederá el Honoris Causa, ante la negativa
de su sirvienta. Por lo que finalmente es acompañado por su nuera,
que estaba alojándose en su casa, ya que va a romper su relación
con el hijo de Isak.
Conforme
vamos avanzando el relato, apreciamos los temas que suelen ser
comunes en la filmografía bergmaniana, el matrimonio; ejemplificado
aquí por el hijo de Isak y su esposa, interpretada por Ingrid
Thulin; así como la desesperante pareja con la que tienen el
accidente de coche. Problemas conyugales que son una constante en la
filmografía del director sueco, como nos hacen ver Secretos
de un Matrimonio o su secuela Saraband,
testamento fílmico del director, así como Las
Mejores Intenciones, que, a pesar de
estar dirigida por Bille August, cuenta con guión de Bergman.
Otro de los
temas que apreciamos en el film que nos ocupa es el de la religión,
presente en los jóvenes que son recogidos por Isak y su nuera, sobre
todo en los dos personajes masculinos, los cuales discuten sobre
temas de carácter teológico en más de una ocasión, posicionándose
cada uno en un bando concreto, siendo los dos personajes una metáfora
del eterno enfrentamiento entre religión y escepticismo; por esta
razón, así como por el tinte existencialista que desprende la cinta
en diversas ocasiones, el hijo de Isak, que argumenta desear morir o
el propio Isak, podemos ligar Fresas
Salvajes con otro de los filmes más
conocidos de este creador, El Séptimo
Sello, en el que la muerte incluso tiene
una encarnación física y de su partida de ajedrez con el personaje
encarnado por Max Von Sydow, depende la vida de éste último. El
tiempo en la película cobra un gran protagonismo, pasa inexorable,
de ahí esa confrontación entre juventud y vejez que apreciamos, los
flashbacks en los que el protagonista recuerda episodios pasados, o
el ya mencionado reloj sin manecillas.
El ritmo de
la película es lento, debemos ver esta obra sin prisas, atendiendo a
los detalles que se nos presentan. Los personajes son los que mueven
la acción, los cuales están llevados de una forma tan magistral que
hacen que el ritmo pausado de que hace gala la película no nos haga
caer en sopor. Nos interesamos por los personajes, por los problemas
que afrontan, los cuales se tornan cotidianos, propios de cualquier
viandante con el que podamos cruzarnos una mañana cualquiera,
propios de cualquier matrimonio, como ese hastiado hijo de Isak,
alter-ego del propio Ingmar Bergman probablemente, con su bella
esposa, que espera un hijo que él no desea.
Latente en
esta cinta, junto a ese enfrentamiento vejez-juventud, nos
encontramos al trío de jóvenes, que suponen un la visión de la
nuevas generaciones, frente a las mayores, de ideas que van quedando
obsoletas, ejemplo que vemos en Isak, y sobre todo en su anciana
madre, en una escena en la que los planos y contraplanos de la madre
de nuestro protagonista, con el personaje encarnado por Ingrid Thulin
nos dan una idea del enfrentamiento que el autor quiere plantear con
ello haciendo a los espectadores partícipes de ello.
Debemos
citar, el viaje en coche también como una metáfora, no solamente es
un viaje que los va a llevar a su destino, Lund, sino también a
afrontar su pasado, presente y futuro, sus problemas, y la solución
a los mismos. En realidad, el reconocimiento que el anciano
protagonista va a recibir es algo secundario, lo que interesa es él,
su vida, de la que conocemos aspectos por las digresiones que el
personaje tiene en determinados momentos, recordando escenas de su
infancia y juventud, de la que como espectadores somos partícipes,
concluyendo el film con una en la que Isak va a reunirse con sus
padres, en lo que se torna una sutil forma de dar muerte a un hombre
cansado, de hacerlo redimirse de sus errores y hacerlo por fin
descansar, en esa reunión con sus progenitores, los cuales se
encuentran en aquel lugar que todos, en algún momento, terminaremos
visitando.