lunes, 7 de abril de 2014

LA FELICIDAD DE LOS KATAKURI

O LA SERIE Z JAPONESA QUE NO FUE.

FICHA TÉCNICA
Dirección: Takashi Miike
Guión: Kikumi Yamagishi
Música: Kôji Endo, Kôji Makaino
Fotografía: Hideo Yamamoto
Reparto: Kenji Sawada, Keiko Matsuzaka, Shinji Takeda, Naomi Nishida, Kiyoshiro Imawano, Tetsuro Tamba, Kenichi Endo
Productora: Shochiku

La película que nos ocupa es La Felicidad de los Katakuri, del director japonés Takashi Miike, conocido por su estilo estrambótico, rozando la serie B, Z en ocasiones; sus adaptaciones de manga y por dos remakes de dos películas de samurais bastante recientes: 13 Assassins y Hara-Kiri: Death of a Samurai, remake bastante digno ésta última de la obra maestra de Masaki Kobayashi Harakiri; ambos films de Miike, se tornan a mi juicio, de momento como sus mejores films, al contrario que la obra que nos ocupa.

Cuenta la historia de una familia japonesa que se instala en mitad de un paraje natural donde forman un hotel para albergar a viajeros que por allí pasen, no obstante los pocos huéspedes que llegan a tener traen a la familia diversos problemas porque comienzan a aparecer muertos. El tono de la película me recuerda al de un film cómico de terror de la década de los 70, también japonés, titulado House (Hausu) de Obayashi. Con determinados detalles animados, en este caso en stop motion, números musicales, y un recurso que siempre he considerado de lo más chabacano, esos insertos del personaje que sale en plano, en miniatura. Los números musicales se tornan un tanto mal llevados, y en ocasiones demasiado fuera de tono, ralentizando una historia que podría haberse contado en un medio metraje perfectamente.

Bien es verdad que Takashi Miike es fundamentalmente un director de evasión y entretenimiento, a pesar de ese estilo suyo más cercano al anime en muchas ocasiones, que al cine japonés de maestros como Kurosawa, Mizoguchi o Yasujiro Ozu, teniendo algunas películas que podrían verse emparentadas con el cine un coetáneo suyo Takeshi Kitano, más que nada cuando han tocado la temática yakuza o la ya comentada de samuráis, donde han hecho gala de un estilo más clásico y un mejor hacer dentro de sus respectivas filmografías. El problema es querer otorgarle al cine de Miike un status que no le pertenece, más allá de la pura evasión que ofrece su cine, como parece ser que le otorgan determinados sectores y que el propio director parece que se intenta otorgar en esta película, concretamente al final, cuando la voz en off de uno de los protagonistas suelta su arenga sobre la vida; lo cual, habiendo visto la película me resulta un “discurso” fuera de lugar y del tono que ofrece. También es verdad que no es una película para tomársela en serio, y que tampoco es pretensión de Miike, al menos aparentemente, que nos la tomemos en serio, no obstante si te dedicas al cine de entretenimiento, considero que es fundamental que el ritmo siga una que haga que la historia avance y que no sumerja al espectador en un estado en el que termine deseando a eso de la mitad del film que termina ya. Si he de señalar una virtud del director es su libertad para hacer lo que le viene en gana, algo que vemos reflejado aquí perfectamente, y que ha demostrado en otros casos como Gozu, Ichi the Killer o Audition.

Considero que no podría emparentar este film con otros de tinte surrealista, hablo de films de directores como Buñuel o Lynch, ya que en La Felicidad de los Katakuri, surrealismo hay poco, tal vez únicamente la escena de stop motion con la que se abre la película. Su factura se muestra un tanto pobre, así como los números musicales parecen salidos de un mal programa televisivo, los actores sobreactuados, encarnando personajes que podríamos enmarcar dentro del frikismo japonés.

Cabe comentar lo mucho que se habla sobre el valorar obras de poca importancia o de menor calidad artística con la alta cultura, sin embargo, en muchas ocasiones se valora a Takashi Miike como si se estuviera valorando a uno de los grandes maestros del cine japonés y eso es un problema, un problema que en esta época que se ha denominado Postmodernidad se da en todos los ámbitos y que está trayendo una degeneración de las Artes, donde se valora de la misma manera el film que nos ocupa que Cuentos de Tokio del maestro Ozu, cosa ésta que observo en algunos compañeros que parecen guiarse más por esa pseudo-intelectualidad del gafapastismo que por una verdadera pasión por el Cine.


En definitiva, una fallida película de Takashi Miike, quien, a mi juicio y como he comentado anteriormente, ha realizado sus mejores películas con los dos remakes de películas clásicas de samuráis antes mencionadas, pero que nos ha entregado otros films bastante entretenidos dentro del tipo de cine que hace, como son: The Bird People in China, una de las mejores que ha realizado, Cementerio Yakuza, Crows Zero, Crows Zero II o el thriller de culto Audition.

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